Con la clasificación de emisividad de muchos materiales comunes que se enumeran a continuación, ingresar el valor de emisividad correcto es tan fácil como consultar la tabla.

Sin embargo, los valores de la tabla son solo estimaciones. La emisividad real de una superficie que está tratando de medir variará ligeramente según su color, grosor e incluso su temperatura. Verificar la precisión de una medición infrarroja puede requerir un poco más de planificación.

Esto es particularmente cierto cuando su termómetro infrarrojo está configurado con valores de emisividad más bajos. Dado que los materiales con baja emisividad son malos emisores de energía infrarroja por definición, los termómetros infrarrojos amplifican los niveles de radiación infrarroja que detectan cuando realizan sus cálculos. Esto puede provocar la magnificación de pequeños errores y hacer que las mediciones de temperatura con configuraciones más bajas parezcan erráticas.

La emisividad es un parámetro de algunos termómetros infrarrojos, generalmente de 0,95 o 0,97, que intenta simplificar su funcionamiento y, al mismo tiempo, permitir su uso en la mayoría de las superficies de los materiales, incluidos casi todos los alimentos.

Otros termómetros infrarrojos vienen con parámetros de emisividad ajustables, de modo que pueda preparar sus termómetros infrarrojos con mayor precisión para el tipo de superficie que se va a medir, en particular cuando se miden superficies no orgánicas.